Una fórmula con futuro
Foto: Roberto Rainer Cinti |
Más del 90 % del territorio argentino está en manos
privadas. Resulta ingenuo, por tanto, esperar que la sola expansión del sistema
federal de áreas naturales protegidas pueda garantizar el mantenimiento de
nuestra biodiversidad. También hace falta llevar la conservación al paisaje
productivo, escenario de los conflictos entre hombre y naturaleza. Esto, en el
caso del ciervo de los pantanos, implica trabajar mancomunadamente con los
productores forestales del Bajo Delta del Paraná, acordando un manejo de las
forestaciones y los predios silvopastoriles que favorezca la conservación de la
especie y, bajo su “paraguas”, de toda la biodiversidad regional.
Foto: Roberto Rainer Cinti |
No es casual que las líneas de investigación generadas por
el Proyecto Pantano apunten a sentar las bases científicas de ese manejo. Veamos
algunos ejemplos. Con la ecología nutricional conocimos la dieta del “pantano”,
lo cual permitirá plantear la restauración de flora nativa clave para su
supervivencia o, si el consumo de recursos forestales tiene entidad,
estrategias que mitiguen el conflicto con los productores cuando crezca el número
de ciervos. El estudio de muestras de ADN, a su vez, expondrá la “salud
genética” de la población delteña, permitiéndonos vislumbrar qué áreas merecen
una atención especial para el diseño de corredores biológicos. Y tanto la
ecología espacial como los relevamientos de distribución señalarán dónde convendría
establecer esas vías de intercambio genético. Claro que nada de esto podría trasladarse
exitosamente al campo sin el consenso de los productores forestales, su participación
activa y el profundo conocimiento que tienen del ambiente isleño.
Foto: Roberto Rainer Cinti |
Foto: Roberto Rainer Cinti |
De buena madera
Adolfo Lazzarín tiene cien hectáreas plantadas con álamos y
sauces a la vera del Canal 6. El ingeniero agrónomo Roberto Landó es el
responsable ambiental de Arauco Argentina, una empresa trasnacional con
alrededor de 33.000 hectáreas en el Delta. En una punta y la otra del espectro,
representan la amplitud del apoyo que supo granjearse el Proyecto Pantano entre
los productores forestales.
El productor forestal Adolfo Lazzarín, junto a sus hijos Héctor y Cristian. |
“Nos criamos con el ciervo así que lo sentimos algo propio
–fundamenta Lazzarín–. Cómo no vamos a luchar para conservarlo, para que siga
estando en la isla pese al daño que pueda hacerle a algunos renovales. A veces,
de puro extrañarlo, nos damos una vuelta por la quinta sólo para verlo. Si se
extingue moriría algo nuestro, muy nuestro”.
Landó, cuya pasión por el Delta lo llevó a afincarse en la
región, suma a las razones afectivas la visión de una empresa decidida a ser un
referente mundial en el desarrollo sustentable de productos forestales: “El respaldo
de Arauco a la conservación del ciervo de los pantanos no es un hecho aislado –destaca–.
Forma parte de un compromiso ambiental que incluye, entre otras acciones, la
adopción del protocolo de prácticas favorables a la biodiversidad acordado
entre la Asociación Forestal Argentina y el INTA, la certificación FSC para todos
sus productos, la prohibición de caza en sus predios y más de 3000 hectáreas de
ambientes autóctonos bajo protección (el 10 % de sus propiedades en Delta)”.
Roberto Landó, jefe de Sistematización y Áreas Naturales Protegidas de Arauco Argentina. |
EL VIDEO
Proyecto Pantano – Capítulo 3