Un Megaproyecto

El Proyecto Pantano constituye el primer esfuerzo integral y multidisciplinario encarado en Sudamérica para conservar una población completa –y, probablemente, la más amenazada– de la especie.

Siete equipos con objetivos diferenciados, incluyendo dos de veterinarios, trabajarán a campo en simultáneo, protagonizando un esfuerzo de investigación con escasos antecedentes dentro de nuestras fronteras. Contarán con tecnología de avanzada, como radiocollares satelitales, cámaras trampa con flash de luz infrarroja y sensores de calor y movimiento, sistemas de información geográfica, asistencia satelital permanente para organizar la labor de campo y laboratorios genéticos de última generación. 

Foto: Vanina Fernández

El proyecto realizará los primeros rastreos satelitales de un cérvido para la Argentina. La técnica se ha aplicado en nuestro país a elefantes marinos, ballenas francas, jaguares, tortugas verdes, cóndores, petreles y patos. Pero jamás a un ciervo. Se prevé capturar y equipar con radiocollares a diez ejemplares adultos en establecimientos del núcleo forestal bajo manejo activo de plantaciones. Reconocer los patrones de movimiento y uso del hábitat del ciervo de los pantanos en el núcleo forestal resulta clave para diseñar una estrategia de conservación regional de la especie.

•  Se utilizará tecnología de punta en la captura de los ejemplares elegidos para la colocación de radiocollares, como dardos con sensores VHF –cuya señal permite una localización segura del animal en los intrincados pajonales del Delta– o drogas anestésicas de efecto rápido, recurso fundamental para evitar el riesgo de que los ciervos narcotizados se ahoguen en alguno de los abundantes cuerpos de agua de la región. 


Foto: Vanina Fernández


• Los científicos podrán monitorear en todo momento y desde cualquier lugar del mundo los movimientos de los ciervos con collares satelitales instalados. El collar envía al satélite la localización exacta del “pantano”, el satélite hace llegar esas coordenadas hasta la computadora del científico y éste, recurriendo a Google Earth, puede mapear en tiempo real los desplazamientos del animal.

• El Bajo Delta fue cuadriculado en parcelas de treinta y seis kilómetros cuadrados, utilizando un sistema de información geográfica. Cada una de estas cuadrículas será recorrida por miembros del proyecto con amplia experiencia en el reconocimiento de rastros de la especie para determinar –con la asistencia de modelos informáticos– tanto su distribución exacta como su abundancia relativa. Esto implicará explorar desde los grandes brazos del Paraná hasta el canal más estrecho. Se cuenta para ello con la ayuda de guías con un detallado conocimiento del terreno y embarcaciones apropiadas. 

Foto: Vanina Fernández


• Se montarán más de doscientos sitios con trampas cámara infrarrojas en las 58 cuadrículas de muestreo establecidas. Complementarán los relevamientos sistemáticos de signos (huellas, fecas, astas, etc.) en los estudios sobre la distribución y la abundancia relativa de la especie en la región.


• El Proyecto Pantano convoca a instituciones de referencia dentro del país en materia de conservación y producción (CONICET, INTA, Asociación Forestal Argentina, Fundación Temaiken, OPDS y ACEN), involucra activamente a actores internacionales de peso (Banco Mundial, Universidad de California y Universidad Politécnica de Madrid) e interactúa con todos los actores sociales que comparten hábitat con el ciervo de los pantanos (pobladores isleños, pequeños y medianos productores, cooperativas, grandes empresas forestales y responsables de áreas naturales protegidas). Algunas pesquisas, además, serán abordadas en conjunto con otros reputados centros de investigación, como el IADIZA (Mendoza), el Laboratorio de Ecología Nutricional del Hunter College (City University, Nueva York), el Instituto de Geocronología y Geología Isotópica (Buenos Aires) y un laboratorio de secuenciación de muestras genéticas de Corea del Sur.